Señora…

ETAPA GRISVACUNA DE AMORES MENORES

Si le digo, señora mía,

sueño recurrente y tosco,

que nunca la reconozco:

¿será que usted me lo creería?

¿Será que me dejaría

mentir descaradamente?

Señora mía, son fuente

de contradicción y encanto,

su melancólico llanto

y su lágrima ausente.

No importa, no importa. Sin

miedo hábleme: sin reservas,

sin contener, sin que acabe,

sin saberse parte de mí…

A quemarropa dé y

reciba, usted, verdades.

Como usted quiera, hable,

si quiere, hable despacio,

Pero con su léxico lacio,

hábleme tal que yo le hablase.