Cosa caída

ETAPA GRISGRIS

Saqué mis cuentas en un ábaco:

noté que me faltaba el color en la vida.

Se me abalanzó un terror bellaco

y brilló con fulgor el gris del alma mía.

Me transformé al abandonismo absoluto,

de lombrices hice los cimientos de mi abadía.

A mí llegaron, y llegan, impíos de luto

y santos regocijándose todos los días.

A mí llegan los guías molestos,

los hago llorar a su partida.

Yo solo enseño las cosas que protesto

y en mi protesta solo está mi voz dolida.

Abad de mi iglesia soy: la iglesia del luto.

¿Qué lugar habrá más feliz en el mundo?